miércoles, 14 de noviembre de 2007

LAS AVENTURAS DE ZIPI Y ZAPE



Bienvenidos de nuevo, adictos a la Lambertvisión. Hoy vamos a poner a prueba vuestro estómago con la ¿adaptación? ¿cinematográfica? de los geniales personajes de Escobar. Un engendro perpetrado por un equipo de guionistas cuyo avituallamiento parecía ser el L.S.D. y cuyo director era un habitual del cine porno-soft de la época del destape, aquí probando fortuna en el cine infantil. Lo que nadie podía imaginar es que el resultado sería un curioso cruce entre las películas de chusmones de “El Torete” y “El Vaquilla” (los gemelos protagonistas parecen clones de estos dos), la serie de Hulk de los 70, y el final psicodélico de “2001, Una odisea del espacio”. Y una odisea es el visionado de esta basura traumatizadora de niños.

Dos cantantes tipo Parchis, gemelos y que se hacían llamar Zipi y Zape dieron el salto a la gran pantalla interpretando a los dos míticos hermanos gamberros del tebeo a los que robaron el nombre. De gamberros aquí no queda prácticamente nada, porque de hecho se transforman en unos niñatos pastelosos y sentimentaloides para nada a juego con la pinta de kinkis de los actores. La trama es poco menos que surrealista y aquí la teneis:


Oliverio y los dos kinkis



Mary Santpere, millonaria excéntrica


Un niño pijo de mierda (que no aparece en ningún tebeo) y que responde al poético nombre de Oliverio, llega nuevo a la clase de los Zipi y Zape y se hace amigo de ellos. La Tia del primero, interpretada por una insoportable Mary Santpere, invita a los gemelos a su casa sin sospechar que el mayordomo tiene contactos con la mafia italiana y que planean secuestrar al Oliverio de las narices. Los mafiosos italianos son, por supuesto, imbéciles y todo el rato repiten palabras como “Pronto” o “Spaghetti”. La criada de la tía es una blanca pintada de negra (con la boca blanca y todo) que habla como la asistenta de Scarlett O´Hara. Los gemelos se llevan al Oliverio a su casa (donde vemos a Pantuflo Zapatilla, que es el único clavado al del comic) y después a un parque de atracciones en el que se ponen a cantar todos juntos.


"Cariño, esa boca no la tenías en el tebeo"


"Ayy, zeñoita´cahlaaataa"


Luego en una bolera conocen a unas chatis de las que se hacen todos amigos, pero los Zapatilla encierran a los niños en casa para que dejen de hacer el polla por ahí. Pero nuestros héroes se escapan y se llevan al Oliverio a una discoteca en la que quedan con las zorrillas de la bolera, en un giro de trama sin duda renovador para una película infantil. En la discoteca Zipi y Zape agarran unas guitarras (al más puro estilo AC/DC, porque el uniforme de colegial ya lo llevan incorporado) y tras sentarse Oliverio a la batería se marcan otra cancioncita para deleite de los ye-yés del sarao.


¡¡Aprende, Angus Young!!

El absurdo a partir de aquí se desboca. Los mafiosos se disfrazan de chinos (por supuesto con kimonos y pintados de amarillo) y secuestran por fin al dichoso Oliverio. Zipi y Zape pasean tristemente por las calles de la ciudad mientras cantan una canción sobre el abandono, para acabar en una emisora de radio en la que trabajan las guarrillas de la discoteca. Les permiten hablar en directo y sueltan un discurso lacrimógeno en el que cuentan lo buena persona que es Oliverio y que a ver por favor si alguien les ayuda a encontrarlo, que están preocupados por él. Los fans de Zipi y Zape volvemos a mirar el título de la carátula para asegurarnos de que efectivamente la película va sobre Zipi y Zape.



¿Donde estará el pobre Oliverio? ¿Y a quién coño le importa?


Los mafiosos difrazados de chino, buscándose la ruina


En fin, la reacción de la opinión pública ante tan sentido comunicado no se hace esperar. La gente se moviliza por las calles buscando al pijo, un camarero se transforma en Hulk (por cierto, de color morado) y se pone a recorrer las calles buscándole y los tres Ángeles de Charlie también acuden en busca del pobre Oliverio. Al final el Hulk ataca el camión donde van los mafiosos chinos (los Zipi y Zape dijeron en la radio que los secuestradores eran chinos, menos mal que la masa morada no se confundió).


El coloso púrpura


Hulk aplasta


Una de las mafiosas es acorralada por los Ángeles de Charlie, pero desaparece misteriosamente en el aire. Y al final toda la ciudad acorrala al resto de malosos y….. todos juntos se ponen a cantar. Sí, los malos también. Y así acaba.


Desde aquí pedimos una pronta recuperación en DVD de este clásico de la caspa española totalmente olvidado y a reivindicar como obra maestra del absurdo, a la altura de las mejores películas de David Lynch.

HAUNTED HASSELHOFF

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